Hay varias
maneras de vivir la vida, hay algunos que la viven sin sobresaltos y al final
del camino esperan irse de este mundo tranquilamente sin haber dejado muchas
huellas, sin embargo habemos algunos que queremos vivir la vida hasta el máximo,
esperando que al final del camino sea un suspiro de regocijo el que nos despida
de esta tierra.
Siento
que los caminos de la vida, si son los que yo esperaba, por eso los camino y
los recorro con alegría tratando de hacer feliz y ser feliz a aquellas
personitas que van acompañándome en el recorrido.
Siento que muchas veces de tanto caminar,
termino por cansarme de tanto andar y termino sentándome a la orilla del
camino, pensando que el camino es pesado, pero cada vez que eso me sucede, pasa
algo maravilloso que me hace ponerme de pie y volver a caminar.
Momentos,
si, momentos fueron los que me hicieron comprender que la felicidad no es un
todo, si no más bien la suma de momentos. Momentos son los que me has regalado
cada día desde que te conocí, y son momentos los que construyo para que sean
especiales para ti y para mí.
Tengo
la convicción que somos producto de las buenas o malas decisiones que tomamos
para recorrer nuestros caminos, nos echamos a la espalda mochilas que no nos
dejan andar o nos dificultan dar los pasos que queremos dar, sacarse las
mochilas es lo que más cuesta, pero los momentos son los que nos permiten irnos
sacándonos pesos, convenciéndonos que la vida puede ser distinta si el
siguiente paso lo doy de forma distinta a como los venía dando.
Siempre
falta tiempo cuando los momentos son maravillosos y te quiero decir que sí, que
si fue buena la noche de anoche, que era como una noche normal, pero contigo
dejo de serla, la luna no estaba llena, solo un pedazo de ella nos alumbraba,
el lugar era repetido pero para mí era nuevo, ya no era como la primera vez
donde te miraba los labios y quería sentir su sabor, esta noche quería saborear
tu cuerpo entero, la música estaba fome, pero tu presencia me hacia olvidar que
había un trío de personas tratando de entretener, bailar ya no fue la opción de
conquistarte, ahora era la posibilidad de reconquistarte, de acercarme y de
practicar el movimiento de caderas que más tarde podría marcar la diferencia de
esta noche.
Sabes,
desde que estoy contigo, espero el momento para estar contigo, no sé si soy
maravilloso o especial, pero trato de construir momentos inolvidables y sabes
aun mas, solo tú eres quien me llena el día pensando en cuando llegara otro
momento. La noche de anoche fue buena, la cama era pequeña, pero sobro espacio,
yo sobre ti o tu sobre mí, moviéndonos para sentirnos, cierro los ojos para
solo sentir como entro y salgo de tu cuerpo húmedo, mojado, abro los ojos para
leer los tuyos, para ver cómo me empujas hacia ti, como me estimulas con tus
palabras, tu manos y tus piernas hacen que mi piel sienta en todos los rincones
y finalmente morir dentro de ti, dejando salir todo lo que mi cuerpo siente y
aun mas sintiendo como nuestros espíritus se unen y reviven después de tanto
placer es maravilloso.
Caer rendido a tu lado a pesar de la interrupción, hizo
que la noche de anoche fuera buena y quiero que hayan mas noches como la de
anoche y que hayan mas momentos como el momento en que nos detuvimos a la
orilla del camino a darnos por entero el uno al otro.