miércoles, marzo 18

Quiero Atarte a Mi cama


Un Largo Orgasmo sobre la Mesa



Esta locura de usar la mesa no solo para tomar once o almorzar se ha vuelto algo entretenido, más aun cuando se hace en verano, en una mesa que no es tuya y en un departamento que tampoco es tuyo.

Sucedió en las vacaciones, en una ciudad en el norte, un departamento muy cómodo y sobre una mesa negra, amplia y además resistente. El sol pegaba más fuerte al parecer ese día y los niños partieron a bañarse a la piscina por lo que ella y el estaban solos con mucho calor.

Partieron sobre el sillón, que tambien ya había sido usado y rápidamente cerraron las cortinas del departamento y dejaron el ventanal del balcón abierto para que entrara aire y no fuera un calor insoportable.

Ella andaba con un vestido de verano, por lo que solo era necesario subir el vestido y recostarse sobre la mesa, él quería abrir sus piernas y perderse entre ellas, hacer volar su lengua sobre sus húmedos labios y beber el suave líquido que emanaba de su cuerpo.
Recorrió sus labios, su muslos y busco su clítoris para estimular y lograr que su respiración y sus quejidos fueran aumentando, olvidándose de todo lo que sucedía a su alrededor.

“Muérdeme” dijo ella, muérdeme porque quiere sentir ese pequeño dolorcito que me hace sentir más, el comenzó a morder sus labios y se aproximó a morder su clítoris en el ángulo donde sus labio se juntan en donde al parecer el placer se esconde y hay que descubrirlo. La mordió tanto que ya se aproximaba a llegar al éxtasis, su cuerpo se estremecía y llego al orgasmo, uno tan largo que nunca acababa. Fue en ese momento cuando una voz desde la ventana comenzó a llamarla, eran los niños que llamaban, por lo que él se detuvo, pero ella aún no se detenía, su largo orgasmo no se detenía y sus piernas no respondían, por lo que no podía ponerse de pie. Luego de un rato logro incorporarse, ponerse de pie y aproximarse a la ventana. 

Fue un largo orgasmo, con pequeños mordiscos, sobre la mesa de aquel departamento. Estuvo buenísimo, deberemos seguir practicándolo.