martes, febrero 26

Sex and the City - Los Zancudos



Se paró de la cama y camino hacia el baño, como dice la canción hacia el tocador y sin voltear, él la miro segura como caminaba, con un calzón negro como la noche estrellada y una polerita azul que ocultaba sus dulces pechos, como el mar azul oculta los dulces misterios. Se veía maravillosa, pensó él, la noche había llegado a su fin pero esa imagen de ella caminando, con sus largas y hermosas piernas era el regocijo final de una noche que había tenido de todo, comida, ternura, propuestas audaces, largos caminos, larga búsqueda y pasión, mucha pasión.

Se reunieron secretamente para verse, lejos de todos, para amarse en secreto, fueron a comer lo que más les gustaba, comida mexicana y unas micheladas, momento para conversar, para reírse, para fumar, para mirarse y tocarse. Caminaron a la Playa, la noche estaba fresca, el mar estaba chúcaro, la arena estaba esperando. Ella le propuso hacer el amor ahí, en la arena, pero él, aun reprimido, no fue capaz de hacer que su locura fuera más que su tontera. Se sentaron en la arena, quizás esperando que la playa se desocupara, esperando quizás que alguna magia los hiciera invisible, su mano, la de él, se escabullo por su escote y se fijo a uno de sus pechos, jugando con el botón dulce de su pezón, imaginado que eran sus dientes y su lengua los que estaban ahí. Era la oportunidad para hacer un regalo, era la noche para contar una linda historia, y él miro hacia el cielo y le conto lo que era el cinturón de Orión, y le regalo para siempre la estrella central de las tres Marías, llamada Alnilam, que es la más brillante y más lejana del cinturón, será para ti siempre le dijo, cuando mires al cielo, recuerda que yo también la estaré mirando.

Después de mucho rato en la playa, con largo silencios, en donde las pablaras sobraban, pero los cariños, la ternura y muchos sentimientos no, se propusieron ir a otro lugar, sin embargo, no eran conocedores de la región, por lo que recurrieron a sus celulares y buscaron, donde podían ir, difícil misión sin conocer las calles, pero algo se encontró y tomaron su vehículo y se lazaron a su búsqueda, recorrieron cerros y calles, hasta que llegaron a un lugar con mucho Moteles y  entraron al primero, respuesta LLENO, el segundo LLENO, el tercero LLENO… Todo lleno, esa noche al parecer todos estaban ahiiii… Finalmente luego de una larga búsqueda encontraron un lugar y entraron  a la pieza 40, la única de la noche, la que los esperaba.

Entraron y se amaron durante lo que  quedaba de noche, durmiéndose exhaustos uno al lado del otro, sin embargo había un grupo de invitados que no querían ver dormir a estos dos enamorado, LOS ZANCUDOS, al parecer la envidia de ver tanto amor, tanta pasión, se los comieron con tantas picaduras, rondaban el oído de ambos y nos los dejaban dormir, al menos a ella….

Los despertó el teléfono, el llamado de la realidad, era momento de irse, ella se sentó sobre la cama y se puso su calzón negro y su polerita azul y camino al tocador sin voltear, el simplemente pensó, “ esta imagen es un regalo que no esperaba esta noche”…. Y en silencio le grito, TE QUIERO MI AMOR.

miércoles, febrero 20

Sex and the City - El Mordisco



Podrían escribirse miles de historias de amor y sexo en la ciudad, historias en donde dos seres se reúnen para fundir sus cuerpos, para extasiarse de tanto placer, para descubrir cuáles son sus límites, para simplemente o complejamente amarse al estilo que cada lo quiera hacer.

Esta historia le sucedió a un amigo, que como otras historias podría hacer por primera vez lo que nunca había hecho, eso era, juntarse con su amada durante la hora de colación para reunirse en su escondite secreto, para desatar la pasión acumulada por días sin verse, sin sentirse.

Mi amigo paso por ella a su trabajo, la esperaba impaciente y tomaron su vehículo y se fueron rápidamente si perder un segundo más hasta el lugar que los acogería después de larga veda. Entraron al lugar, él, cual romántico desatado, le entrega una flor y unos bombones para celebrar tan esperado encuentro.

Como la ocasión lo ameritaba, y no era la oportunidad para esperar tanto tiempo, ingresaron a la habitación y se despojaron de sus ropas, tan rápido que en un parpadeo ya estaban sobre la cama sintiendo sus cuerpos desnudos, besándose apasionadamente y sintiéndose el dentro de ella, con esa humedad que el extrañaba y que ella cálidamente le regalaba.

La pasión fue fluyendo, ella sobre él, y luego al revés, mirándose sintiéndose y ella como siempre motivándolo para que saliera aun mas su pasión por los poros, hasta que a él, se le ocurre la maravillosa idea de invitarla a que le mordiera su tetillas, para estimular el momento del clímax, en donde juntos volarían por los cielos. A ella que al parecer le gusto la idea, no hizo más que comenzar a morder suavemente, aumentando cada vez más la presión a medida que iba aumentando la pasión junto con los gemidos y los movimientos de ambos cuerpos, hasta que llegado el momento de morir juntos, ella se deja llevar al máximo y presiona con sus dientes la tetilla de su enamorado, a lo que mi querido amigo entre placer y dolor solo pronuncia un ¡hayyy!, seguido de un concierto de gemidos y suspiros, que se mezclaban con el nacimiento luego de haber entregado todo…. Mi amigo sin saber si era dolor o placer, solo sentía que era la primera vez de la mezcla de sensaciones y ella con una sonrisa lo mira y le dice, parece que me excedí, te apreté muy fuerte…. Jajajajaja…. Ya daba lo mismo, lo que se había sentido estaba ahí y al menos a él le había gustado.

Los limites los ponen ambos, si los limites no tienen horizonte limitado, es porque los enamorados saben que el uno quiere que el otro sienta, lo más maravilloso que pueda ser, en la entrega de placer mutuo en el momento del amor…..

martes, febrero 19

Sex and the City - Morire contigo, Como la primera vez


Hay muchas cosas en la vida para las cuales siempre hay una primera vez, el primer cigarrillo, el primer copete, la primera fiesta, EL PRIMER BESO, la primera vez que haces el amor, miles de primera vez, sin embargo creo que aunque pasen los años, siempre hay una primera vez para volver a sentirse vivo.

Esta historia me la contó un amigo y debo decir que sus ojos brillaban cuando me la contaba y las palabras brotaban de sus labios como si cada minuto de ella lo viviera nuevamente.

La historia comienza mucho antes de lo que generalmente comienzan las historias, el, la miraba de lejos por muchos años, ella siempre seria, alta, bella, vivían muy cerca, pero a su entender era inalcanzable, pasaba por su lado y era como los arboles de la plaza, que si estaban en su camino había que esquivarlo sencillamente.

Pero como todas las historias llego un día que sus caminos se juntaron, como yo no creo en las casualidades, diré que estaba escrito que así fuera, se conocieron y salieron a carretear con su amigos en común. Mi amigo que era más bien pavito, teniéndola al lado, no comprendió que la vida le estaba dando una oportunidad, la dejo ir, pensando que la había perdido sin tenerla, sin embargo la vida que es sabia, le dio otra oportunidad y lograron salir por la noche, solos a disfrutar la ciudad, si antes de salir, él con los nervios, con la impaciencia cerró la puerta dejando las llaves dentro de la casa sin poder abrir la reja para salir, ella no escatimo peligro y trepo por una ventana, siiii por una ventana y entro a la casa para abrir y sacar las llaves, se fueron, bailaron mucho, él tratando de seducirla, al final de la noche y como mi amigo era pavito y afirmados de un fierro, con el algo de alcohol en la sangre ELLA, lo beso, con el beso más rico que él había recibido, un beso que había sido esperado por mucho tiempo y que él no había sido capaz de tomarlo, de robarlo, había sido ella la que con un rápido movimiento se había apoderado de sus labios y los había tomado para sí, los había saboreado primero y a él eso le había encantado. Esa noche solo el beso había sellado su salida, los amigos de él llegaron y rompieron con la posibilidad de sentirse más, el se fue frustrado, pero como era pavito, se justificaba pensando que quizás no era el momento, nuevamente dejando la oportunidad que la vida le daba, no sabiendo si vendría otra.

Fue una noche de celebración, el motivo da el mismo, a él, a pesar de estar celebrando le importaba más lo que vendría después. Se reunieron en una esquina, se fueron a su casa y él le había prometido que la iba a raptar, tomaron su moto, porque mi amigo también tiene moto, y se fueron a un lugar mágico, en donde dejarían correr sus deseos. Era muy tarde, entraron a un lugar hermoso, que tenía una única habitación disponible, por lo que tenían que esperar, sentados sobre la moto, él se sentó de atrás y ella conduciendo la moto, esperaron mucho rato, mientras arreglaban o preparaban la habitación, el estomago de él, se llenaba de mariposas a medida que pasaba el tiempo, con sus besos, con sus movimiento sobre la moto, con sus jugueteos. Después de mucho esperar, entraron a la habitación, la moto ya dejaba de cumplir su tarea.

Debo decir que a veces cuesta asumir ciertas cosas, pero si no fuera por ella, quizás nunca hubiesen hecho el amor, ella lo condujo, lo llevo hacia la entrega mutua, situación que a él lo volvió loco, se besaron, ella lo ayudo a sacar su ropa, a sacarse la ropa, le mostró el rostro del placer que nunca había visto, le mostró como se disfruta haciendo el amor, le hablo como nunca le habían hablado y además lo hizo sentirse como un hombre, un hombre haciendo sentir placer a una mujer que lo disfrutaba y además lo hacía notar, lo decía con todo su cuerpo, con sus ojos, con su boca. Estuvieron mucho rato sintiéndose, descubriéndose, diciéndose cosas lindas, mirándose, tratando de que ese momento no se acabara.

Ya avanzada la noche, mi amigo fue al baño, se miro al espejo, su sonrisa dejaba entrever su regocijo, su alegría por aquel tan BONITO encuentro, no sabía que venía después, solo sabía que todo aquel tiempo que había esperado se resumía en un par de horas de encuentro, en donde camino por la nubes, sintió las estrellas cerca de él, voló como un pájaro y fue parte del cuerpo de ella como en sus mejores sueños lo había sentido.

Fue su primera vez con ella, la primera vez, que se prometió sería la primera de tantas  primeras veces, con el desafío que cada vez que se encontraran trataría de que fuera por siempre su primera vez, su primera mirada, sus primeras caricias, sus primeros gemidos en conjunto, morirían juntos cada vez para que la próxima vez nacieran juntos y se encontraran cada vez que fuera posible como si fuese la primera vez sintiéndose sobre las nubes.

lunes, febrero 4

Sex and the City - Toy Taimada



Las historias siempre tienen un principio y un fin, sin embargo hay algunas historias que entre medio tienen otras historias que terminan configurando una tela de arañas que hace sabrosa la vida.


Esta historia es de mi amiga la que invitaba a No Pasarse Rollos a su loco enamorado, ya que esa misma noche para ella tenía que ser especial, una de las mejores y hasta ese momento parece que todo iba bien, hasta que se le ocurrió irse de la fiesta y preguntarle a su loco enamorado, “¿donde vamos ahora?, a lo que el loco enamorado le dijo “Ya es muy tarde, en un rato mas tengo cosas que hacer”, a lo cual mi amiga le dice “Me taimé, me estas rechazando”…. Siiiii, después de aquella noche tan buena la estaban rechazando o al menos ella eso quería dar a entender, por lo que en el asiento del copiloto donde hace poco rato atrás habían desatado toda la pasión, yacía con su boquita estirada y con la seriedad propia de esta actitud, con lo cual su loco enamorado no hizo más que conducir con el silencio que solo rompía el sonido de las ruedas sobre el pavimento de la carretera y un corto dialogo de repente que le decía “¿Estas enojada?... Nooooo, le decía ella….


Fueron varios kilómetros desde la fiesta hasta el hogar de ella, sin embargo el loco enamorado no podía terminar la noche así, por lo que en un acto de máxima locura dobla por donde no tenía que hacerlo y se detiene afuera del palacio del amor, un motel, importante es destacar que esta historia se desarrollo a las 4 de la mañana un primer día del mes, por lo que para los entendidos comprenderán que para esta fecha encontrar habitaciones en un motel es casi imposible, pero el loco enamorado se la jugó y entro a uno, sin antes ver la carita de mi amiga que sonreía, con la sonrisa más bella que podía existir, la de satisfacción. Entraron  y obvio no había nada, fueron a otro…. Cerrado, a lo que mi amiga decepcionada le dice “Ya vámonos no más”… el loco enamorado que al parecer no podía dejar las cosas así le dice “No, la última oportunidad”…  Fueron al lugar que él pensaba que algo podía quedar y sorpresa para los dos…. Siiiii había habitaciones, que maravilla, entraron, se estacionaron, abrieron la puerta y se apareció la maravilla de las maravillas, el lugar soñado, una habitación con estilo Japonés, con una cama en segundo piso.


La pasión reprimida no daba para mucha espera por lo que subieron al segundo piso donde estaba el lecho del amor, rodeado de espejos y simplemente se dejaron llevar se sacaron la ropa rápidamente y ante los ojos del loco enamorado, apareció lo que se oculto toda la noche a su ojos, un corsé negro que encendió a un mas su pasión, se besaron locamente, el se hizo parte de ella y con música de fondo se acariciaron y movieron sus caderas al ritmo suave de la música, como si él quisiera hacerse mas parte de ella y ella, mi amiga, lo recibía con toda la fuerza de su cuerpo.


En un suave movimiento, ella se poso sobre él, haciendo parte de ella lo más viril de su amado, sintiendo que estaban ensamblados, en un solo cuerpo, que se movía en un ritmo armónico de amor. Sobre el espejo la imagen de ella con el corsé negro que la hacía verse maravillosa, que ocultaba sus dulces y suaves pechos, pero que la hacían verse sensual al máximo. 


Ella se movió, el se movió, juntos se movieron, hasta llegar al máximo placer, hasta morir juntos y juntos revivir, con largos suspiros y fuertes gemidos, que llenaron la habitación de pasión, de amor, de ternura, de un sinfín de sentimientos que complementaban la mirada que ambos se daban a los ojos, como si leyeran sus pensamientos y ambos entendieran que solo querían que ese momento no se acabara.


Era tarde, el tenía que irse y mi amiga comprendió, se besaron, se vistieron y se abrazaron, con el compromiso de volver al mismo lugar, a la habitación 7 de aquel palacio Japonés que los recibió para romper lo taimado de ella y para dejar de lado el cansancio de él.

La madrugada en la ciudad es la oportunidad para ocultarse del mundo, es la oportunidad para bajarse de este y dejar que siga girando, mientras algunos se olvidan que la vida continúa, otros aprovechan la oportunidad para mirar  al espejo y dejar grabada imágenes que nunca se olvidaran.

domingo, febrero 3

Sex an the city... NO TE PASI ROLLOS...


Una vez más de vuelta a la escritura, con nuevas historias de sexo en la ciudad, mientras escribo me imagino que en miles de rincones, dos cuerpos se entregan para amarse, para sentir sus cuerpos, para entregarse el uno al otro.

Esta historia le paso a una amiga, que me la contó y que me pidió que la escribiera y como este espacio es para eso, aquí va, debo decir antes que me gusto mucho la historia, por lo que tratare de ser fiel en el relato.

La ocasión fue un matrimonio de una amiga de ella, no tenia con quien ir por lo que invito a quien la venia acompañando hace un rato en sus locuras, fueron en el  vehículo de él, al parecer en una camioneta, importante destacar esto por lo que vendrá, y se fueron muy tempranos. Al llegar al lugar, una parcela especial para este tipo de fiestas no había nadie, por lo que entraron y se estacionaron en un lugar apto para esta situación pero aprovechándose del espacio, lo hicieron en un lugar retirado de la ceremonia y fiesta pensando que vendrían muchos otros vehículos.

El matrimonio estaba lindo, en un espacio abierto fue la ceremonia, luego un cocktail con mucho champagne, luego la comida en una mesa llena de “locas” hablando grandes temas para cambiar el mundo y luego el dancing.

Bailaron mucho, lo pasaban muy bien hasta que a mi amiga le entro el diablo al cuerpo, después de muuucho bailar, se le ocurrió ir a la camioneta a escarbar su cartera, pero con otras intenciones entre sus manos. Se le acerca al oído a su pareja y le dice “vamos a la camioneta”, recibiendo una respuesta que quizás no espera, “ahora ya”, a lo que mi amiga con toda la patudez le dice “NO TE PASI ROLLOOOO”…. JAJAJAJA…. TE PASASTE…. Con el diablo en el cuerpo y le dice toda suelta de cuerpo “NO TE PASI ROLLO”…. Bueno pero partieron a la camioneta, estaba oscuro y con sorpresa se dan cuenta que la camioneta había quedado aislada del resto de los vehículos, oculta por la oscuridad de la noche, no se veía nada, mi amiga tomo su cartera y se queda al parecer esperando que su pareja que era medio pavito, reaccionara y se tirara al dulce y al parecer por ser esta vez, se le paso lo pavito. Se le acerco con pasión, le toma su vestido… ahhh importante destacar que mi bella amiga andaba con un vestido de fiesta y con unos zapatos bellísimos… se lo subió de a poco ella incursiono en sus pantalones y empezaron a juguetear ocultos por la oscuridad, apoyados sobre la camioneta, besándose y entregados a la noche. Abrieron la puerta de la camioneta y como que entre afuera y adentro, ella se sentó en el asiento del copiloto y él se ubico entre sus piernas y se hizo parte de ella, preocupado simplemente porque alguien apareciera, se besaron se acariciaron, se hicieron el amor como ambos habían imaginado, estaba algo helada la noche pera la verdad que daba lo mismo, sus piernas un poco heladas, haciendo la fuerza para sostener el momento de pasión pero todo daba lo mismo, lo importante era que estaban ahí, gozando con todo, pero obviamente como ella le había dicho a él… NO TE PASI ROLLOOOO PO….

Se armaron, y se fueron a bailaron,  con las mejillas coloradas, pero eso daba los mismo porque con tanto copete que había en el lugar otros andaban mas coloraditos.

El momento se vive y se entrega todo lo que el cuerpo tiene, se da y se recibe, se siente y se da para sentir, no importa el lugar ni el momento, lo maravilloso es que sea algo de dos, que ambos se preocupen que el uno del otro, que no sea un sencillo encuentro, sino mas bien un completo encuentro de cuerpo y alma. Lo maravilloso es lo que queda al otro día, a mi amiga le dolían los abdominales y su pareja las pierna, ya que después de la fiesta se fueron a otro lugar, historia que es para otro relato ya que fue en una habitación con ambientación japonesa y con un corsé que hacía que mi amiga dejara a su loco enamorado aun mas loquito, con la imagen de su cuerpo sobre el espejo…. Obviamente le digo a mis lectores que NO SE PASEN ROLLOOOOS eso si po…jajajaja.