Hace
mucho rato que no escribía locas historias de sexo lleno de amor, quizás sea porque
el invierno apaga con su frió las pasiones de los seres humanos y de las
parejas, sin embargo creo importante escribir para dejar plasmada ciertas cosas
que siempre me han preocupado o me han generado cierto descontrol en mi simple
y sencilla mente. Busqué en el diccionario la palabra madurez y dice que es el “Estado de una cosa que ha alcanzado su pleno desarrollo, o de
una persona que ha alcanzado su mejor momento en algún aspecto”, y siento que en
la vida de una pareja llega a un momento en el cual ambos pueden entender que
han alcanzado la madurez de la relación, sin embargo de acuerdo al significado
que aquí se plantea, siento que las parejas hablan de madurez cuando sienten
que las cosas se han calmado en su relación, lo cual en ningún caso para mí eso
significa que sea el mejor momento. Creo que una relación está conformada por
muchos factores y creo que un factor de mucha importancia es el tener buen
sexo, o una buena relación sexual y siento que en las parejas llega un momento
en el cual la pasión o el jugueteo empieza a dormirse y ese factor que es tan
importante empieza a enfriar la relación, no sé por qué será, será lo ajetreado
que es la vida, el trabajo, los hijos, el dinero, no lo sé, pero creo que como
lo he dicho antes si la cama se enfría, todo empieza a enfriarse, ahora
ciertamente la cama es un elemento utilizado simbólicamente, ya que creo que la
cama no siempre es el mejor lugar para hacer el amor, o para juguetear con tu
pareja.
Se extrañan esos momentos de
locura, esos encuentros furtivos, esas miradas cómplices, que siempre alguno de
los dos lleva de mejor manera. Se extraña tanto, que empiezas a dormirte, a no
entender que pasa, quizás a angustiarte, a cuestionarte si es que quizás ya no
te aman, de hacer el amor tres veces a la semana, llegas a hacer el amor una
vez a la semana, de una vez a la semana un par al mes, de un par al mes quizás en
una de esas, y al final el desgano termina por acabar con todo. Hacer el amor
es un acto de dos, en donde si uno no quiere, el otro termina por sentir que no
hay interés, sentirse deseado es un acto de interés y demostrarlo es aun más
importante, es parte de la autoestima, del fortalecer ese ego interno, de
sentirse amado e importante para esa persona que amas.
Quizás el invierno apague las
pasiones, quizás la primavera sea el momento de renacer, ojala que el invierno
no termino por convertir todo en una maldita primavera.
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