jueves, marzo 16

Sientate en mi boca...

 Siéntate en mi boca, que quiere beber de tu cuerpo... me imagino que sabes que me encanta hacer el amor contigo, me fascina tocar tu cuerpo en toda circunstancia, mientras cocinas quizás sea el mejor momento, porque siempre será por tu espalda, así puedo tocar cualquier parte de tu cuerpo y besarte el cuello, morderte una orejita y obviamente tocar tus pechos y presionar tus pezones que me vuelven loco. Pero si hay algo que me gusta demasiado es besar los labios de tu vagina, morder, recorrer con mi lengua, saborearla, pasar mis dedos por ella, sentirla húmeda y mas húmeda y mucho mas húmeda.

Cuando estoy ahí, me gusta cerrar los ojos y sentir como tu piernas aprietan y sueltan, como te mueves, me gusta pasar la lengua de arriba hacia abajo una y otra vez, detenerme en tu clítoris, sentir ese pedacito de carne que tiene una textura suave, húmeda, delicada, pero que es el botón del placer que hace explotar todo tu cuerpo. Me gusta detenerme e introducir mi lengua en la entrada de tu vagina, se siente la humedad fluir, se siente suave como una tela, como la seda pero húmeda, son millones de sensaciones.

Me encanta estar ahí mucho rato, abrir los ojos y mirarte hacia arriba, ver tus pecho y tus pezones duros de placer, ver tus piernas abiertas, recibiéndome, ver tu cara y tu lengua saboreándose de vez en cuando, sentir tu respiración agitada y los gemidos que son como el acompañamiento musical de la escena. 

Pero hoy pensando en ti, recordé algo que me gusto muchísimo, que creo una sola vez lo hiciste, sentarte en mi boca, abrir tus piernas y poner tu labios húmedos sobre mi boca, sentí tu cuerpo sobre mi cara, inmovilizado, solo con la opción de que mi lengua te recorra  y ver hacia arriba como vibrabas de placer. Para la próxima vez, siéntate en mi boca, que quiero besar tu labios y tu boca después.

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